Enciende
De aquella primera vez recuerdo, no tan distorsionados por el tiempo en mi retina, tus ojos encendidos. Brillantes a la vez que adormilados, entrecerrándose mientras se acercaban a los míos. Una velocidad ralentizada, tras un impulso fanático, sumado al deseo irrefrenable de hacerlo, nos juntó por primera vez a punto de tocarnos con los labios. En ese momento todo comenzó a girar, desconcertándome. Continuaban acelerándoseme las constantes a un ritmo desconocido cuando me sobrevine abrazándote. Ahí acabé por fascinarme completamente. Sentí cosas tan nuevas y distintas, que pensé seriamente en olvidar todo lo anterior. Ahora solo tiene cabida entre mis intenciones el volver a repetír(te)lo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
3 Disquisiciones :
¡Que nada te detenga!
y ahora es cuando deseo ser cerilla...
¿Qué es lo que ha pasado aquí?
Publicar un comentario