Uno y ninguno.
Cargo desde hace tiempo con mi rostro pegado al cráneo y mi sombra cosida a los pies, y todavía no he logrado comprender cuál de las dos cosas pesa más. Aunque a veces experimento el impulso irrefrenable de despegármelos, colgarlos en un clavo y quedarme allí, sentado en el suelo, como una marioneta a la cual una mano piadosa ha cortado los hilos...
4 Disquisiciones :
ayyy...
:)
Se va contigo hasta el fin del mundo.
Besos misteriosos...
Conversaciones del alma.
lo necesario a veces no puede meterse en un saco por navidad.
Publicar un comentario