timēre
Calló sus labios mordiéndolos levemente. Quería comerse su sonrisa. Ésa por la que merecía la pena vivir esta vida. Quería tenerla para siempre consigo, enorme y anclada a su boca. Más vibrante cada día, y cada noche más efusiva. Era la suya la única que quería, y la quería entera.
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4 Disquisiciones :
a veces por muy egoísta que parezca necesitamos tener el combustible que nos haga vivir!
Jajajá!
Pues claro que me acordaba! No me ves aquí leyendo tus historias? Te noto últimamente mucho más melancólico, romántico y soñador. Soy yo, o es que le has dado un cambio radical a tu blog? :)
Aunque he de confesar, que últimamente precisamente, es cuando más me gusta lo que escribes.
Yo en cambio sigo escribiendo sobre lo mismo de siempre, y como no, sigo buscando el queso.
:)
la piel de gallina y los pelos de punta.
vaya escalofrïo.
estupendo.
:)
Oh que bello... Ojalá así sea ;)
Muy buen blog por cierto.
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