Uno y ninguno.
Cargo desde hace tiempo con mi rostro pegado al cráneo y mi sombra cosida a los pies, y todavía no he logrado comprender cuál de las dos cosas pesa más. Aunque a veces experimento el impulso irrefrenable de despegármelos, colgarlos en un clavo y quedarme allí, sentado en el suelo, como una marioneta a la cual una mano piadosa ha cortado los hilos...
2 Disquisiciones :
Hay que estar muy seguro, o, directamente, que se ella tu tiempo, tu razón, tu sentido y tu vida
No la pierdas nunca.
Besos misteriosos.
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